1. Precisa el perfil biográfico básico de Duns Scoto.
Franciscano espiritualista escocés, también conocido como el “Doctor sutil”, Duns Scoto nació en 1266 y se educó en las universidades de Cambridge, Oxford y París. Falleció joven, a la edad de cuarenta y dos años, en la ciudad de Colonia.
2. ¿Cuál dirías que es el principal valor de la filosofía de Duns Scoto y por qué?
La obra de Duns Scoto, inconclusa y abierta a diversas interpretaciones, encierra el germen de la disolución definitiva entre fe y razón y los cimientos de lo que vendría después: el nominalismo de Guillermo de Ockham.
3. ¿Cuál es la tesis principal de Duns Scoto? Enuncia y explica brevemente.
El “voluntarismo divino”, que atribuye primacía a la voluntad de Dios sobre el entendimiento o intelecto divino (justo al contrario que Santo Tomás de Aquino). Para Scoto, Dios podría haber creado el mundo de otra manera, ya que la creación es un acto libre de su voluntad, y lo mismo podríamos afirmar sobre la ley natural.
4. ¿En qué consiste la crítica de Scoto a Tomás de Aquino en lo referente a las relaciones entre fe y razón? Explica.
Para santo Tomás, el intelecto divino predomina sobre su voluntad…, por eso Dios tuvo que crear tal y como lo hizo y la ley natural ser como es porque refleja la lógica de esa inteligencia divina. Sin embargo, para Scoto la verdad revelada no es alcanzable por la razón, ya que habría sido posible por parte de Dios una Creación y una Ley natural totalmente distintas (aunque nos parecieran ilógicas).
Fe y razón poseen, por tanto, un objeto distinto de conocimiento y no pueden convivir en armonía. Lo que tiene que ser creído, por el hecho de tener que ser creído, no puede ser demostrable.
5. Piensa en la ética de Scoto y responde justificadamente: ¿a quién es más próximo a San Agustín o a Santo Tomás? ¿Dónde reside la libertad para Duns Scoto?
El voluntarismo divino se refleja en la concepción de Scoto sobre el ser humano. Recordemos que, para santo Tomás, la razón prevalece sobre la voluntad: se quiere aquello que es conocido primero, es decir, no se puede querer lo que no se conoce. El Bien es aprehendido de manera intelectual y la voluntad se adhiere a él.
En cambio, para Scoto, la libertad reside en la voluntad, y esta se autodetermina a sí misma y no en función del bien presentado por el entendimiento. Esto conlleva importantes repercusiones sobre la relación que las criaturas pueden tener con Dios. El acercamiento a Dios sería entonces una cuestión de amor más que de conocimiento y, con esta tesis, Duns Scoto se aproximaría a su vez al pensamiento de san Agustín.
6. ¿En qué sentido y/o por qué se puede decir que Duns Scoto reabre el problema de los universales y se aproxima al nominalismo?
La teoría del conocimiento de Duns Scoto acepta la tesis tomista de la abstracción como proceso de conocimiento de los universales; sin embargo, afirma que también es posible un conocimiento de las cosas particulares, en su existencia actual y en presente, por medio de la intuición.
Así, Duns Scoto reabrió el problema y se aproximó a una de las tesis fundamentales del nominalismo: el conocimiento intuitivo o evidencia de lo particular y contingente.
7. ¿Qué autor del siglo XII definía los universales como “flatus vocis”?
Roscelino de Compiégne
8. Precisa el perfil biográfico básico de Guillermo de Ockham.
Franciscano espiritualista, natural de Ockham u Occam (sur de Londres), Guillermo de Ockham nació a finales del siglo XIII, probablemente en 1296, y falleció en Múnich a causa de la “Peste negra” en 1349; hablamos del mayor protagonista de la “Crisis de la Escolástica” del siglo XIV y de un “precursor” del empirismo moderno.
9. ¿En qué principales obras de G. de Ockham se plantea explícitamente la necesidad de separar Iglesia y Estado?
“Tratado sobre el poder imperial” y “Diálogo entre un maestro y un discípulo sobre el poder del Emperador y el del Papa”.
10.Apoyándose en el voluntarismo divino de Scoto, Ockham pone en entredicho los fundamentos de la filosofía escolástica, lo cual trajo consigo una serie de consecuencias importantes. Concreta cuáles.
Guillermo de Ockham inauguró una nueva forma de hacer filosofía conocida como “vía modernorum”(vía moderna), frente a la vía antigua representada, principalmente, por el pensamiento de Santo Tomás.
Esta “vía modernorum” no sólo supuso la ruptura definitiva entre fe y razón y preconizó la separación entre Iglesia y Estado, sino que presentó además unos rasgos que preludiaban el empirismo propio de la Filosofía Moderna.
11.Enuncia el “principio de experiencia” de Ockham y extrae consecuencias.
Si Duns Scoto afirmaba la posibilidad de un conocimiento abstractivo, al modo tomista pero también consideraba posible un conocimiento de lo particular mediante la intelección intuitiva…, Ockham sostuvo la imposibilidad de la abstracción y defendió una teoría del conocimiento basada en el conocimiento intuitivo o evidencia inmediata. La ausencia de consistencia ontológica en lo creado implica la sola existencia de cosas singulares y particulares.
De acuerdo con lo anterior, según el “principio de experiencia”, el conocimiento no es entonces más que evidencia de lo particular, de lo contingente. Esta evidencia procede de la visión directa de las cosas, que se captan por los sentidos y son conocidas directamente por el intelecto sin necesidad de intermediarios.
¿Consecuencias? En cierta manera, Ockham constituye un antecedente del empirismo de la Edad Moderna.
- El conocimiento no necesita de los universales obtenidos por abstracción a partir de las formas de acuerdo con la tesis aristotélico-tomista.
- La metafísica queda de este modo despojada de todo carácter científico, ya que versa sobre realidades que no son cognoscibles.
- El serno es un término análogo, sino unívoco, ya que solo existen cosas particulares, y no es posible ascender desde las criaturas hasta el ser por sí mismo que, según las tesis tomistas, es Dios.
- La sustanciasólo consiste en aquello que percibimos de manera inmediata por la intuición, incluidos sus accidentes, y no en una composición de materia y forma.
- La causalidadno se puede inducir, ya que no tenemos una evidencia empírica de la misma. Esto significa que sin causalidad no hay finalidad, con lo cual todo el universo tomista, en el que Dios sería principio y fin de todas las cosas, se derrumba ante los presupuestos de Ockham.
12.Enuncia el “principio de economía” de Ockham y extrae consecuencias.
Según el “principio de economía”, en una explicación no deben seguirse más pasos que los estrictamente necesarios, ya que la explicación más simple siempre será la más probable o la más acertada. Todo lo superfluo, por tanto, debe ser rechazado. Este principio se conoce como “navaja de Ockham”, pues corta o desgaja todo aquello que resulte innecesario a la hora de explicar cualquier realidad.
¿Consecuencias? Separación fe/razón; teología/filosofía.
- La teología sólo puede ocuparse de los datos revelados por Dios y que constituyen el sustento de la fe, ya que no hay experiencia empírica directa de la inmortalidad del alma, de los atributos de Dios, ni siquiera de su propia existencia. Estas realidades, como muchas otras, se presentan como objeto exclusivo de la teología, pues, al no ser cognoscibles, la razón no puede decir nada sobre ellas.
La teología no necesita de la razón, pues si la necesitara supondría que la revelación de Dios ha sido deficiente.
- La filosofía se ocuparía de esas otras realidades que sí pueden ser conocidas por una intuición directa y sobre las que la teología no tendría nada que aportar.
13.¿En qué consiste el nominalismo ockhamista?
Como nominalista, Ockham niega la existencia de los universales en la realidad o en la mente y los considera como meros nombres o términos.
14.Para a Guillermo de Ockham conocer es nombrar las cosas.
15.¿Qué son los universales para Ockham? ¿Qué aportan?
El nominalismo criticó el realismo moderado defendido por santo Tomás y defendió que los universales no son entidades que existan en las cosas y que, al mismo tiempo, sean objeto de conocimiento, sino que no son más que meros nombres con los que nos referimos a un conjunto de cosas similares.
¿Qué aportarían entonces los universales? Un sentido extensivo a las cosas. Juan o Pedro pertenecen a un conjunto que denominamos, de forma genérica, “hombre”. Sobre qué sea “hombre” no se podría afirmar nada.
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